Un sueño cumplido
Desde muy chica me gusta viajar, soñaba con conocer el mundo, cada rinconcito, cada pueblito insignificante y remoto, meterme completamente en su cultura al punto de llegar a ser una ciudadana mas, una ciudadana del mundo. Soñaba también con una historia de película, hasta me daba miedo la monotonía y ni pensar en quedarme en un solo lugar. Quería experiencias, quería vivir mi vida disfrutando cada momento y sobre todo, ser feliz.
Decidí entonces que la forma de cumplir este sueño era haciendo una experiencia de intercambio en el extranjero, y elegí Boston como destino. Puedo decir que no me arrepiento ni por un solo segundo de haber ido a una ciudad tan hermosa y tan llena de vida. Cada manzana, cada plaza, edificio y casita te hace sentir como si vivieras ahí hace años, como si fuera tu lugar en el mundo. El solo viento y el cálido sol del verano te hacen querer quedarte ahí para toda la vida, incluso cuando llueve parece un día soleado. Ademas siempre pensé que la única forma de realmente conocer una ciudad era metiéndose por completo en ella, no visitando los lugares turísticos, si no los rinconcitos mas ocultos que solo los ciudadanos conocen, y Boston esta lleno de ellos, miles de lugares para explorar.
Estuve un mes y medio viviendo en esta ciudad soñada en el campus de EF, ubicado en Brighton. Esta zona de Boston es por lejos una de las que mas me gustó de la ciudad, con sus casitas pintadas con colores pasteles y banderitas de Estados Unidos por todos lados, parece un pueblito de juguete. Alojarme en el campus fue una de las mejores partes de este viaje, vivir con mis amigos y estar juntos todo el tiempo es indescriptible, es la vida de las películas que todos soñamos. Amaba la sensación de independencia, de hacer cada día algo distinto y de conocer todo el tiempo gente nueva.
De este viaje me llevo no solamente buenos recuerdo e historias increíblemente divertidas, si no también las experiencias de vida que tanto buscaba. Conocí personas que me enseñaron mucho mas que cualquier materia del colegio y me enriquecieron mas que nunca. El campus de EF Boston es definitivamente un lugar donde uno llega solo y se termina yendo mas acompañado que nunca.