Un año académico en Inglaterra
Siempre fue mi sueño vivir en Inglaterra y me acuerdo de estar pidiendole a mis padres que me dejen ir de intercambio desde los 12 años. A los 16 fue mi primer contacto con EF y quedé enamorada con todas las opciones que tenían de cursos y destinos, y la manera en la que me atendieron. Todavía me acuerdo de cómo me puse a llorar de la felicidad cuando mi mamá me dio la noticia de que ya estaba confirmado mi viaje de estudios a Oxford por un Año Académico para mis 17 años.
No sentía nada más que felicidad y ansias hasta que llegó el día cuando tuve que ir al aeropuerto y despedir a toda mi familia. Muchas cosas podían pasar en tantos meses y yo iba a estar tan lejos! El miedo ocupó mi cabeza y se mezcló con la emoción de estar a punto de cumplir mi sueño. Por supuesto, es difícil despegarte de todo lo que conocés y estás acostumbrada, pero agradezco haberme animado a subirme a ese avión. ¡No lo cambiaría por nada!!
En mi viaje a Oxford aprendí muchisimo más que solo un idioma. Siempre fui una persona muy introvertida y dependiente, por lo que el haberme tenido que manejar sola en todos los ambitos me hizo crecer mucho más. Me conocí a mi misma (por más cliché que suene, es verdad!), entendí mis limites y me sorprendí al ver que era capaz de muchas más cosas de las que pensaba. Conocí a gente maravillosa de todas partes del mundo y aprendí de sus culturas más de cerca. Me cambió la forma de ver y entendí que el mundo es un lugar mucho mas diverso y asombroso de lo que podría haberme imaginado jamás. También, ahora aprecio mucho más mi país natal, mi cultura y mis tradiciones. No habia notado lo importante y hermosas que eran hasta entonces.
El vivir en un nuevo destino por una gran cantidad de meses también te convierte en no solo un turista o un estudiante, sino en un local más. Ya no vas a limitarte a irte al centro para lo que necesites, y vas a conocer otras partes de la cuidad. Aprendés las maneras más convenientes de viajar, cómo gastar menos y conseguir más, sitios menos turisticos pero igual de increibles… También aprendés mucho slang y absorbés el acento. Qué lindo que un nativo te diga que no puede creer que el inglés no sea tu primer idioma!
En fin, sentís que formás parte y este destino pasa a ser un hogar más. Y lo que en el aeropuerto de ida era miedo, ahora es plena alegría y nostalgia. Porque sabés que no va a durar para siempre y 8 meses te quedan cortos.
Vivir en Inglaterra gracias a EF (y obviamente el esfuerzo de mis papás) por el año académico fue lo mejor que hice en mi vida y no paro de recomendarlo. Qué experiencia tan enriquecedora y completa! Ojalá todos pudieran vivirla al menos una vez.