Un mes en Bristol

Es un día lluvioso y frío en Abingdon, Inglaterra. Tal es el frío que entra por mis pies que no tuve otra opción más que entrar a un bar a tomar un café porque ya no podia sentirlos. No es broma cuando la gente dice que el invierno vino para quedarse pero, de todas maneras, es hermoso pasarlo en Inglaterra.

A veces es difícil elegir la mejor parte de una historia cuando cada detalle de la misma es súper importante para quien la vive. Empecemos por decir que la experiencia de vivir en otro país ha cambiado mi vida desde el 2012 en adelante… ¡Guau qué lindo e inspirador comienzo! La independencia que te dá viajar solo y tomar tus propias decisiones en todo momento, hace que aprendas un montón. No solo una lengua, sino una nueva cultura con costumbres muy diferentes a las nuestras. Además, hay mucha gente hermosa siempre dispuesta a ayudar a que encontremos nuestro camino.
Mi viaje empezó en Córdoba, Argentina. Tenía muchas ganas de lanzarme a la aventura de viajar y no sabía por dónde empezar cuando descrubrí  EF y encontré el rumbo. En el 2012 fui a Bristol, Inglaterra, en donde viví por cuatro semanas con una familia anfitriona muy amorosa con quienes todavía estoy en contacto. Me gustó tanto la experiencia que empecé a recomendarla a mis amigos. ¡Es tan fuerte el deseo de viajar y de hablar en inglés! Por razones que todavía no termino de entender, es algo que amo desde que empecé el jardincito.

La vida me sorprendió una vez más cuando participé en un concurso literario propuesto por EF en el cual escribí sobre mi experiencia en Bristol y gané el EF Ambassador Tour – USA West Coast en 2013. Recorrimos diferentes ciudades y escuelas de EF de la costa oeste de Estados Unidos con el objetivo de contarles a los estudiantes en destino sobre el programa de Ambassadors, que de hecho es un excelente y gratificante modo de seguir en EF. Pasamos 15 días compartiendo con los estudiantes y conociendo ciudades como Santa Bárbara, San Francisco, Los Angeles y San Diego. Pero las cosas siempre pueden ser mejores aún y así fue como la vida me regaló la oportunidad de ser líder de un grupo de 13 adolescentes argentinos en  EF Oxford: una escuela moderna e increíble y un staff con mucha buena onda y con ganas de ayudar en todo.
Ser Ambassador es simple y realmente vale la pena! Entonces te recomiendo que cuando llegues a tu casa sigas soñando y trabajando duro para cumplir tus metas porque en EF todo es posible y personalmente, creo que los sueños se vuelven realidad cuando son tus mayores deseos. Con empeño y esfuerzo todo se puede lograr. EF es una familia enorme que abre infinitas puertas. Hay que dedicarse mucho, pero la recompensa es alucinante.

¡Estás a un click de seguir cumpliendo metas!
Éxitos, buena vida, keep calm and, become an EF Ambassador!

Cheers!