9 señales de que estás listo para estudiar en el exterior
Estudiar en el extranjero es esencial para aprender (de forma apropiada) un nuevo idioma, pero ¿cómo sabes si estás preparado para subirte a un avión e iniciar una aventura que va a transformar tu vida por completo? Para ayudarte a tomar esa decisión, elaboramos lo que sería el perfil de una persona dispuesta a afrontar la vida en el extranjero. Si gritás, «¡Dios mío, igual que yo!», entonces es hora de desempolvar tu pasaporte y comprar un ticket de avión con destino a algún lugar. (Pero ¿a dónde? seguro te estás preguntando. Bueno, también tenemos sugerencias al respecto).
1. Tenés obsesión por la música/series/películas de un país
Ver y escuchar series y música en el idioma que estás estudiando (o el que querés estudiar) es una forma genial de mejorar tu fluidez. Pero, cuando se convierte en una obsesión, podés dar por hecho que necesitás hacer las maletas y experimentar la atracción que sentís por ese país en persona.
2. Sos adicto a aprender
Muy nerd, lo sabemos, pero tenés adicción. No hacés ningún viaje en colectivo, auto o tren sin avanzar uno o dos niveles de tu aplicación de idiomas favorita o sin leer una página o dos de un libro en ese idioma. Tenés la misión de mejorar cada día y pasar todo el tiempo perfeccionando tus conocimientos y tu acento.
3. Soñás en otro idioma
Esto suele ser un privilegio reservado para aquellos que dominan un idioma, pero cuando estás muy preparado para estudiar en el extranjero, el idioma encuentra una manera de colarse en tus sueños.
4. Te molesta hablar sólamente un idioma
Un hombre sabio dijo una vez que el límite del lenguaje de alguien es el límite de su mundo, y no podrías estar más de acuerdo. Así que ya te hartaste de tu mundo-en-un-solo-idioma y de los límites que impone en tu comunicación. Existe un mundo ahí fuera y querés hablar con él.
5. Te encanta la comida de un país determinado
Pocas cosas te permiten sumergirte tanto en una nueva cultura como la comida. Tus papilas gustativas ya son bastante bilingües: encontrás todos los restaurantes japoneses, pizzerías italianas o hamburgueserías estadounidenses que hay en 100 kilómetros a la redonda. Y cuando el personal ya sabe lo que pedís, es hora de experimentar lo auténtico.
6. Ser curioso y tener una mentalidad abierta es una cualidad
El mundo te fascina, te intrigan otras culturas y no dejás de hacerte preguntas sobre lugares, sonidos y sabores de todo el mundo. Perderse en una ciudad desconocida suena excitante y no podés esperar a estar en una ciudad en la que nadie te conozca. Querés explorar hasta el último rincón del mundo, y aprender un idioma es el primer paso para convertirse en un trotamundos de excepción.
7. Ya sabés que actividades y excursiones vas a hacer
Google es tu mejor amigo, descubriste mapas de metro, excursiones urbanas y los mejores ángulos para hacerte selfies en frente de monumentos famosos. Ya tenés el itinerario para la primera semana en el destino de tus sueños y es el momento de dar buen uso a toda esa investigación.
8. Todo el mundo conoce tus planes de estudiar en el extranjero
Te emociona tanto tu plan de estudios fuera de Argentina que lo compartís con el mundo. El conductor del colectivo, el cartero, tu tía abuela y todo internet, todos ellos saben que vas a irte lejos. No hay nada de malo en ello: después de todo, compartir es vivir.
9. Querés saber lo que es vivir en otro país
Las clases de idiomas, aplicaciones, películas, podcast y aventuras culinarias son interesantes y te divierten. Pero sabés que la inmersión está donde está: la manera más rápida de aprender un idioma y dominarlo es vivirlo las 24 horas practicándolo con la gente del lugar. Que te preocupes por progresar lo máximo en el menor tiempo posible solo demuestra que sos una persona madura y preparada. ¡Dale, recorré el mundo!