10 razones por las que es mejor estudiar un idioma en el extranjero que en nuestro país
Una cosa es aprender en tu país la teoría de un idioma y estudiar su vocabulario en un libro de texto, y otra muy distinta es irse a estudiar un idioma en el extranjero. Y, aunque los dos métodos pueden ayudar mucho a mejorar los conocimientos lingüísticos, está comprobado que solo uno de ellos acelera el aprendizaje de idiomas (una pista: no es estudiar en nuestro país). Estas son las diez razones por las que pensamos que es mejor estudiar un idioma en el extranjero.
1. Te sumergís totalmente en el idioma
Es imposible evitar el idioma que se está intentando aprender. Vas a hablar con tu ‘host family’, ver series y programas de televisión local, vas a pedir comida en restaurantes e incluso leer los carteles de publicidad que hay por la ciudad, todas las interacciones que tengas con la cultura local van a añadir nuevas palabras a tu vocabulario y aumentarán tu comprensión del idioma.
2. Tu madre va a estar contenta
Vas a pasar un tiempo viviendo en el extranjero con tus amigos y tus padres van a pensar que es una idea genial. ¡Todos ganan! Estudiar un idioma en el extranjero es una experiencia única; desarrollarás tu confianza y tu independencia y te convertirás en una persona experta en culturas. Tu madre sabe que pasarás un tiempo inolvidable y que también adquirirás conocimientos lingüísticos y habilidades esenciales en la vida que te ayudarán a alcanzar todo tu potencial, tanto personal como profesionalmente.
3. Vas a usar tus nuevos conocimientos a diario
La práctica hace la perfección y, cuando se vive en el extranjero, no queda más remedio que poner en práctica los nuevos conocimientos lingüísticos todos los días. Pero esto es lo mejor: no se siente como práctica. Cuando todo el mundo que te rodea habla en su idioma nativo, te involucras y te pones al día en poco tiempo. Preguntar por direcciones, ver una película en el cine, consular el informe local de surf: todo ello es una práctica diaria del idioma que no supone ningún esfuerzo.
4. Vas a hacer muchos amigos
Porque nada implica más «amistades de por vida» que conocer a otras personas que acaban de irse a kilómetros de distancia de sus países y que también necesitan encontrar amigos con los que pasar el tiempo. Al tener compañeros de clase de otros países, podrás aprender y pasarlo bien con un grupo de gente diverso e interesante, y todos tendrán al menos algo en común: ¡el nuevo idioma! Además, no te olvides de relacionarte con los locales: estudiar un idioma en el extranjero es una de las mejores maneras de afinar el oído, consolidar los conocimientos del idioma y adquirir una perspectiva privilegiada de su cultura.
5. Vas a ver que se trata de «una experiencia de vida»
No solo vas a aprender un idioma, también aprenderás a sobrevivir en una cultura completamente nueva. Vayas donde vayas, la vida local será totalmente distinta de la vida en tu país. Saludar a la gente, ir a la tienda, hacer amigos o viajar en autobús: vivir en el extranjero es emocionante y estimulante. Una vez que superes esos desafíos cotidianos, serás capaz de manejar cualquier cosa que se te ponga por delante.
6. Un plus – genial – para tu currículum
En primer lugar, si sabes un segundo idioma quedarás muy bien ante futuros empleadores o juntas de admisión universitaria: eso muestra tu habilidad para centrarte y aplicarte en tus estudios, y que tienes un cerebro impresionante capaz de aprender un idioma. Pero, si a ello le sumas que has afrontado nuevos retos y te has apañado a la perfección viviendo en el extranjero, ¡ya tienes el paquete completo!
7. Solo pensá en TODO el viaje
Estudiar un idioma en el extranjero puede ser (casi) como unas buenas vacaciones. Sí, tienes que ir a clase y estudiar, pero también puedes pasar tiempo con tus nuevos amigos conociendo una nueva ciudad. De hecho, tienes todo un nuevo país a tus pies que está esperando ser descubierto.
8. Vas a aprender coloquialismos y frases realmente útiles
Los libros de texto y las clases no te van a enseñar el lenguaje de la calle ni te van a enseñar a evitar hacer el ridículo en frente de tus amigos. La mejor manera de convertirse en un experto social en otro idioma es vivirlo.
9. Es una oportunidad para descubrir nuevos hobbies
Elegí un destino en el extranjero que tenga un entorno diferente al de tu ciudad de origen, y aprovecha cualquier oportunidad que surja para hacer cosas nuevas. Si siempre te ha apetecido aprender submarinismo, andá a Malta, o hacé un curso en San Diego si quieres aprender a hacer surf en tu tiempo libre. Es posible que descubras tu pasión por el senderismo cuando recorras los bosques que hay a las afueras de Vancouver, o que te aficiones para toda la vida al snowboard después de pasar un invierno en Tokio y conocer sus centros de esquí.
10. Vas a descubrir nuevas comidas
Porque la comida es siempre, por supuesto, una parte importante de cualquier decisión. Todos los países tienen culturas y gastronomías propias, y cada lugar tiene sus propios platos regionales característicos. Imagina cuántas tapas diferentes podrías devorar si estudias varios meses Barcelona, o cuánto queso podrías comer en un semestre en París…