10 consejos para que un vuelo sea placentero

Además de las botellas de kétchup comprimibles y los post-its, volar es probablemente uno de los mejores inventos que se hayan hecho: te subís a un avión y unas horas más tarde ponés los pies en un lugar donde todo –desde el idioma hasta la comida o el clima– es diferente. Dependiendo de cuánto duren esas «pocas horas», tendrás que sentarte relativamente inmóvil en un espacio bastante angosto durante bastante tiempo. Echá un vistazo a nuestros 10 consejos para que tu próximo viaje transcontinental o transoceánico pase volando.

1. HACÉ TU EQUIPAJE DE MANO

Si querés tener buen aspecto y sentirte bien después del aterrizaje, recomendamos que metas en tu equipaje de mano las siguientes cosas en tamaño de viaje: un cepillo y pasta de dientes –porque cepillarte los dientes te hace sentir despierto y descansado–, desodorante, manteca de cacao y loción para asegurarte de que tu piel brille aunque haya sequedad en el aire o te afecte el jet lag. Aparte de los artículos de tocador, asegurate también de llevar una lapicera y la dirección del lugar donde te vas a alojar (la primera noche), para que puedas rellenar todos los formularios de inmigración sin tener que molestar a los asistentes de vuelo.

2. LLEVÁ ACCESORIOS Y DORMÍ

Mejorá el confort con tapones para los oídos, una máscara de ojos y unos auriculares con cancelación de ruido. Todo esto, además de tu almohada para el cuello, te ayudará a relajarte y a acurrucarte tanto como puedas en un asiento de clase económica, y aumentará la probabilidad de que consigas dormir algo. A menos que no quieras dormir y te centres en la pequeña pantalla que tenés en frente…

3. DISFRUTÁ EL ENTRETENIMIENTO

El tiempo vuela cuando se ven películas y programas de televisión. Muchas compañías aéreas te dejan ver en línea la selección de películas, así que podés planear tu itinerario de entretenimiento o complementarlo con tu propia colección. Aunque las películas son perfectas para distraerse y disfrutar, existe la pequeña posibilidad de que el sistema de entretenimiento del vuelo no funcione: tené siempre un plan alternativo, como un libro, juegos de computadora, películas o música, para que no tengas que saber lo que se siente mirar el respaldo del asiento de enfrente durante ocho horas.

4. TENÉ EN CUENTA EL ESPACIO PARA LAS PIERNAS

El equipaje de mano es fantástico. Hasta que lo tenés que poner debajo del asiento delante tuyo y el espacio, ya limitado, para las piernas se vuelve prácticamente inexistente. Asegurate de poner todo tu equipaje en el compartimiento superior, para que puedas estirar las piernas y los pies a menudo y sin mucha dificultad.

5. LLEVÁ ROPA CÓMODA

La comodidad es clave cuando se vuela durante horas, así que envolvete en capas de ropa de la que te ponés en casa cuando te pasás toda la tarde del domingo tirado en el sillón. Ya sabés, buzos, bufandas (que sirvan como manta o como almohada cervical) y un par extra de medias para que tus pies estén calentitos y felices. Si no querés llegar a tu destino con aspecto de llevar puesto un pijama, solo tenés que poner en tu equipaje de mano un par de prendas y cambiarte después del aterrizaje.

6. ESTIRATE Y CAMINÁ

Estar sentado durante horas no solo es incómodo, también puede causar peligrosos coágulos de sangre. Tratá de levantarte y caminar, y estirá tus músculos tan seguido como puedas, ¡siempre haciendo caso de la señal de abrocharse el cinturón, por supuesto! Algunas líneas aéreas sugieren ejercicios en la revista de a bordo o en uno de los canales de televisión. Si no tenés ninguna inspiración, siempre podés girar tu torso, rodearte con tus brazos, estirar las piernas, girar tu cabeza y tus tobillos o levantarte y saltar sobre las puntas de los dedos de los pies.

7. HIDRATATE Y REHIDRATATE

Tomá. Mucha. Agua. Volar deshidrata tu cuerpo, así que tenés que tomar más que si estuvieras en tierra. No esperes a tener sed y tener que saltar por encima de los demás pasajeros para llamar la atención de los asistentes de vuelo. En vez de eso, comprá o llevá una botella reutilizable de agua que puedas rellenar después de pasar por el control de seguridad y tomá también el agua que sirven en el avión. Alejate de las bebidas con cafeína y del alcohol, porque deshidratan el cuerpo y hacen que sea más difícil dormir. Podés llevar algunos aperitivos ligeros (frutas, frutos secos, galletitas saladas), para que no tengas hambre entre las comidas.

8. HACÉ EJERCICIO ANTES DE VOLAR

Para estar sentado en un avión durante horas, lo ideal es sentirse relajado y puede que un poco cansado: la actividad y el ejercicio antes del vuelo puede ayudar a esto. No nos referimos a correr una carrera enloquecida hasta la puerta de embarque, sino a hacer ejercicio, nadar algo o ir a correr o a caminar rápido antes del viaje. Si no tenés tiempo, también puede ayudar caminar por el aeropuerto.

9. APRENDÉ ALGUNAS FRASES EN LA JERGA LOCAL

Aprender un nuevo idioma no es solo una buena forma de pasar el tiempo, también hará mucho más fácil tu vida después del aterrizaje. Podés usar un libro, guardar algunos archivos de audio en tu teléfono o ver videos en tu tablet y saludar a los funcionarios de inmigración, taxistas y recepcionistas como si fueras un lugareño. Si un idioma te parece poco desafío, intentá aprender algunas frases en el idioma de cada uno de los países que estés sobrevolando.

10. CONOCÉ A TUS VECINOS

Empezar una conversación con la persona de al lado no siempre funciona, pero vale la pena intentarlo, nunca sabés a quién tenés sentado a tu lado y en los aviones se inician muchas amistades, negocios y planes de viaje. Además, una vez que te hayas presentado y hayas conseguido charlar un poco, pedirle a tu compañero de asiento que te recomiende películas o que te dé la galletita que no se comió se vuelve mucho más fácil.